El ideal de la belleza prevalece ante la crisis en Venezuela
En el país latinoamericano los alimentos escasean, el dinero no alcanza para nada y la inseguridad gobierna las calles; y a pesar de todo eso, las misses tienen puesto los tacones y están preparándose para participar en el próximo Miss Venezuela.
Venezuela es el trending topic del año. Todos hablan de ella: los criminales gobiernan las calles, el país no tiene alimentos y los que tiene son muy costosos, el sueldo no alcanza para nada, miles de venezolanos se han ido; otros cientos mueren por la inseguridad o la falta de medicamento; no existe una gobernabilidad equilibrada… y así podría continuar. Pero a pesar de todo, los concursos de belleza no han parado y la mayoría de los estados de Venezuela, ya han escogido a las bellas mujeres que podrán ir hasta el casting del Miss Venezuela 2017.
Los estados Anzoátegui, Miranda y Zulia, ya han seleccionado a las mujeres que podrán optar por la entrada a la Casa Rosada de la Organización del Miss Venezuela. Muchos se preguntarán cómo es posible que alguien piense en concursos de belleza, cuando hay tantas cosas que van mal en el país. Por una parte, es porque así es el humor del venezolano, a pesar de que hay muchas cosas malas, siempre intenta ver las cosas buenas. Pero hay otro lado, y es que a pesar de que la inflación está por los cielos, los ricos aún pueden darse el tupé de invertir, patrocinar o hacer dinero a través de los famosos concursos de belleza venezolanos.
Las nueve misses de Miranda que irán al casting del Miss Venezuela. / El Universal de Venezuela.
Además de los inversores y el dineral que mueve el Miss Venezuela; también hay otro detalle, que reside en el sueño de las mujeres venezolanas de convertirse en la próxima reina del país. Porque convertirse en Miss Venezuela, no se trata solo de hacer labor social; las mujeres que entran a la organización trabajan duro y sufren muchos cambios. Para convertirse en miss, no basta con sonreír y hablar bien; luego de pasar el casting, las desafortunadas ganadoras se enfrentan a arduos meses de entrenamiento en donde son muy criticadas, deben asegurar patrocinadores, deciden someterse a cirugías plásticas para intentar perfeccionar sus ya bellas caras; las citas a los gimnasios son sagradas y las dietas son su biblia.
Todo el esfuerzo se resume en la decisión del todo poderoso zar de la belleza, Osmel Sousa, presidente de la organización. Un día puedes ser la favorita del zar, pero si engordas un poco o tienes un peinado inconveniente; el te lo hará saber y no será precisamente amable. Las misses quieren convertirse en la ganadora porque saben que es la mejor plataforma para poder asegurar un futuro en Venezuela o fuera de ella; las más inteligentes se aseguran de conocer a todos los rostros poderosos de la industria y de aprender todo lo que puedan de los beneficios que ofrece el concurso, como los cursos de idioma, actuación, maquillaje, peinados, oratoria y cualquier cosa que Sousa crea necesario para que una mujer sea digna de llevar la corona de la soberana.
Opening del concurso en el estado Miranda de Venezuela. / El Universal de Venezuela.
Al final, si logran o no, la corona del Miss Tierra, Miss Mundo, Miss Universo o cualquier otro miss; realmente no importará. Lo que sí importará, es cómo invertirán lo aprendido para impulsar sus carreras profesionales. Serán actrices y animadoras como Mariángel Ruiz; presentadoras como Osmariel Villalobos; o tal vez serán modelos como Dayana Mendoza; podría ser que continúen con sus estudios y hagan labor social como Stefanía Fernández; o acaso podrán quedarse dentro de las filas de una de las organizaciones internacionales como María Gabriela Isler; serán la animadora más querida de Venezuela como Maite Delgado o la más aguerrida como Viviana Gibelli. Luego de ganar o con tan solo participar y resaltar en el Miss Venezuela, una mujer venezolana puede tocar el cielo y rozar las estrellas.
¿La crisis no afecta al Miss Venezuela?
Podría decirse que sí. El concurso es un evento sagrado para la mayoría de los venezolanos; para algunos es tradición, para otros es la esperanza de ver a una nueva Miss Universo; algunos solo lo ven por entretenimiento y otra gran parte lo ve para burlarse o divertirse de las concurrencias del evento. El canal que transmite en vivo y en exclusiva el show es Venevisión, a través de la ventana que ofrece el canal, los venezolanos han visto un sinfín de veces desfilar a las misses con la eterna canción de fondo que comienza con: “en una noche tan linda como esta, cualquiera de nosotras podría ganar…”
Con todos los espectáculos que ha brindado el canal, ha sido posible observar distintas facetas del evento. El show ha sido realizado en plataformas increíbles como el famoso Poliedro de Caracas o en lugares tan sosos como uno de los estudios del canal.
A partir de allí, se viene desdibujando el cómo ha golpeado la crisis al Miss Venezuela. Antes, el canal, la organización y los patrocinadores que luchaban por hacerse un hueco en el evento, corrían con todos los gastos, que eran despilfarrados es grandes espectáculos para poder coronar a la próxima reina de belleza. Pero ahora, el Miss Venezuela ha pasado de recibir a artistas internacionales, a tener que conformarse con los artistas nacionales del momento; los atuendo de las misses han decaído y la producción exige que se gaste en lo justo y necesario, gracias a esto más de una miss ha dejado el tacón en pleno desfile. Otro cambio que ha llamado la atención, es que las soberanas de la belleza dejaron de recibir carros último modelo para tener que conformarse con una buena suma monetaria y cualquier otro premio que se le ocurra a la organización.
La crisis si afecta al Miss Venezuela, o mejor dicho a las mujeres que participan en el concurso y ganan o no el mismo. La frivolidad impera en los eventos de belleza, pero nadie es ajeno a lo que ocurre alrededor. Así lo dio a entender la actual Miss Venezuela, Keysi Sayago, quién se presentó en un evento y dio unas sentidas palabras refiriéndose a lo que estaba pasando en Venezuela.
"Como venezolana, como mujer, como Miss Venezuela y como cualquier otra persona que habita esta tierra, me duele mi país, me duele lo que estamos pasando", expresó Sagayo. "Esto no se trata de ser blanco, de ser rojo o de ser azul, esto se trata de ser amarillo, azul y rojo, porque todos somos Venezuela".
El Miss Venezuela es un trabajo, las misses calzan sus tacones cada día para poder salir adelante; lo mismo que cualquier otro venezolano que sale de su casa para poder ejercer su carrera. Con crisis o sin crisis, la vida continua, el tiempo no se detiene y aunque en Venezuela haya muchos problemas, las personas buscan cualquier oportunidad para poder cumplir sus sueños o poder llevar comida hasta sus casas.
http://www.mundiario.com/articulo/sociedad/ideal-belleza-prevalece-crisis-venezuela/20170519182042089307.html
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