Los concursos de belleza, último campo de batalla de la censura china
Pekín prohíbe la entrada a Anastasia Lin, Miss Canadá de origen chino, para participar en el certamen de Miss Mundo
'Intentan castigarme por mis creencias y han hostigado a mi padre para evitar que hable sobre temas de derechos humanos'
Cuando durante los próximos días las cámaras de televisión enfoquen a las 110 mujeres que este año compiten por ser coronadas Miss Mundo 2015, los espectadores echarán de menos a la representante de uno de los países más grandes del planeta: Canadá. El motivo, que el activismo político y social de su representante no gusta nada a China, país organizador del evento, algo por lo que se le ha prohibido asistir.
Anastasia Lin, una actriz y estudiante de 25 años que se ganó el derecho a acudir a esta cita cuando en mayo se proclamó reina de la belleza canadiense, es conocida por ser una ferviente crítica de la política religiosa de China y por ser miembro del grupo espiritual Falun Gong, colectivo que se encuentra prohibido y perseguido en el gigante asiático desde 1999.
De hecho, esta joven -que nació en China y con 13 años se trasladó a Canadá-compareció el pasado julio ante una comisión del Congreso estadounidense para narrar las violaciones de derechos humanos que los seguidores de este culto padecen en China, un foro en el que dijo hablar "por aquéllos que son golpeados, quemados y electrocutados por mantenerse fieles a sus creencias".
Desde hace semanas, Lin ha esperado una invitación al certamen que nunca recibió. Finalmente, decidió intentar llegar a tiempo por su cuenta y obtener el visado al aterrizar en Sanya, ciudad de la isla tropical de Hainan donde tiene lugar. Sin embargo, antes de coger el vuelo que desde Hong Kong le iba a llevar hasta allí, un oficial chino le comunicó por teléfono que se le negaba la entrada al país. "Tengo derecho a estar en el concurso", declaró a los medios en el aeropuerto hongkonés. "Solo soy una estudiante de teatro y reina de la belleza, ¿de qué pueden estar asustados?".
Ahora, Lin se han convertido en una pesadilla para las relaciones públicas de Pekín. Su lucha contra una nación tan poderosa como China le ha granjeado lasimpatía de cientos de personas de todo el mundo y la atención de los medios, algo que le está proporcionando una gran plataforma desde la que denunciar el encarcelamiento y torturas que los miembros de Falun Gong paceden.
"Si no digo lo que es correcto, estaría mandando un mensaje terrible a los que experimentan el miedo y la intimidación en China y no tienen la posibilidad de de defenderse", declaró en una entrevista hace unos días en Toronto. En ella, dijo haberse planteado no volver a hablar para no poner a su familia en peligro (su padre vive en China). "Pero no puedo hacerlo" dijo. "Si consiguen silenciarme ahora, no tendré una nueva ocasión para hablar, y les habré demostrado que su táctica de intimidación funciona conmigo".
Desde hace años, China ha trabajado por expandir su imagen de potencia mundial acogiendo en su territorio eventos tales como conferencias políticas y económicas internacionales, la Expo de Shanghái o los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Pero al mismo tiempo, sus autoridades no han dudado en castigar a toda aquella persona que ha osado cruzar la línea de lo que ellos consideran admisible, y a grupos de música como Bon Jovi y Linkin Park o famosos del nivel de Brad Pitt, Harrison Ford o Christian Bale se les ha negado la entrada por sus palabras y posicionamientos en cuestiones de derechos humanos o religiosos.
El caso de Miss Taiwan
Lin no es la primera reina de la belleza que sufre las iras de las autoridades chinas. Hace una semana, en el certamen Miss Earth, la representante de Taiwan fue expulsada tras negarse a cambiar una banda identificativa en la que se leía 'Miss Taiwan ROC' por otra que rezaba 'Miss Taipei Chino', la denominación que Pekín exige adoptar a los taiwaneses en eventos internacionales como reconocimiento de su reclamación de que la isla autogobernada es parte de China.
Para evitar problemas con el régimen chino, los organizadores austriacos del concurso pidieron a la chica que se cambiara la banda, pero ella se negó. "Les dije 30.000 veces que Taiwan es Taiwan. Yo nací en Taiwan, en mi banda pone Taiwan, represento a Taiwan y es el único nombre con el que voy a aparecer", declaró la miss Ting Wei-ying en su Facebook después de ser expulsada.
La actitud de los organizadores es similar a la mostrada por otros que, ante el creciente empuje económico y diplomático de China, prefieren ceder a sus presiones para mantener una buena relación. Hollywood ha llegado a cambiar guiones para agradar a Pekín y así poder sacar tajada de su suculento mercado, y en la última visita de Xi Jinping a Gran Bretaña, muchos criticaron al primer ministro David Cameron por no haber tratado el asunto de los derechos humanos en China y así favorecer los acuerdos económicos entre ambas naciones.
Sin embargo, no parece que Lin vaya a ceder tan fácilmente. Según declaró a los medios en la mañana de este viernes, quiere ser la voz de los sin voz. "Es por eso que he seguido hablando incluso después de que los agentes de seguridad chinos visitaran a mi padre y trataran de intimidarlo. Es por eso que he continuado intentando ir al certamen pese a no haber recibido la invitación de los organizadores chinos. Se lo debo a todos los que no pueden hablar, al menos debo intentarlo".
Más tarde en su Facebook, Lin se despachaba contra aquellos que le han impedido acudir a Miss Mundo y cargaba las tintas contra su país de origen. "Silenciar a reinas de la belleza, censurar a los periodistas y torturar a aquéllos con creencias religiosas no es un signo de fortaleza, es una señal de profunda inseguridad y debilidad".
http://www.elmundo.es/internacional/2015/11/27/5658700446163fdb608b4570.html
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